SOBRE EL CAMINO


Y los caballos, mulos y asnos, para que monteis en ellos.
Q-16:08


Para realizar este Camino disponemos de una montura. Nuestra montura. No hay que confundir montura con jinete...
Pero tampoco hay que acabar con su existencia, tiene una razón de ser y un cometido. A saber, conducirnos al palacio del Sultán.
En el sufismo el Nafs (ego), es a veces considerado como un burro, o asno. Si lo dejamos a su antojo, éste nos llevará donde le plazca, no seguirá el Camino.
El hace su propio camino.
Muy a menudo es el burro el que nos dirige, montado encima nuestro. Su tendencia natural es rehuir el dolor y buscar el placer, sin más.

Sé moderado al caminar y baja la voz,
pues ciertamente la más desagradable de las voces es la del asno.
Q-31:19

Por tanto, debemos, -si en verdad queremos realizar el Viaje en su totalidad-, dirigirle nosotros. Si actuamos de este modo, gracias a él alcanzaremos nuestro destino. El final del Camino, el encuentro con el Sultán...
el anhelo más íntimo.

Cuenta una historia, que un subdito fué llamado una vez a la presencia de su soberano, el Sultan. Había estado esperando éste momento durante largo tiempo, y emprendió el viaje al instante, y lleno de ilusión. Por el camino iba pensando, anticipando el ansiado momento del encuentro, prefigurando y repetiendo en su mente una y otra vez lo que diría, cómo lo diría, hasta dónde se inclinaría en su reverencia... Una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
Tras años de trayecto, y no pocas aventuras y aprendizajes logró llegar su destino.Tantas eran sus ganas, que decidió entrar en palacio montado en su asno, y alcanzar así la Sala de Recepciones, sin pasar por los establos,olvidando el protocolo y las buenas maneras que rigen estos casos.
Y fue debido a ello,que no pudo ser recibido.

Esta historia ilustra, entre otras cosas, que la montura tiene su cometido.
En la tradición budista, se dice que la balsa, una vez cruzado el rio, no tiene sentido cargar con ella y hay que dejarla ahí.
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En las palabras de Abd' l-Qâdir Gîlâni:
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"Finalmente el peregrino retorna al Hogar, al hogar de su origen… ese es el mundo de la proximidad de Allâh, allí es donde está el hogar del peregrino interior, y ahí es a donde él
retorna".